sábado, 12 de abril de 2008

La antorcha desfila por Buenos Aires sin problemas

BUENOS AIRES, Argentina- Como en una función de gala, la antorcha olímpica se paseó el viernes en forma triunfal por las calles de la capital argentina, bañada por papelitos arrojados desde balcones en señal de saludo y halagada por flores lanzadas por pacíficos opositores para desearle buenos augurios a los juegos de Beijing.
Dejando detrás una estela de oro, el paso de la llama fue recibido en general con mucha euforia por millares de argentinos, en medio de algunas decenas de opositores al gobierno chino que abucheaban pero sin generar incidentes y en abrumadora minoría.
Para el público prevalecía el placer de ver la antorcha aunque no se pudiese tocar, en su recorrido terrestre e incluso acuático ya que atravesó un tramo fluvial en un sector en el Río de la Plata.
Desde balcones del centro de Buenos Aires volaron millares de papelitos al paso de la antorcha, que tuvo algún sobresalto cuando de a ratos caía una fina llovizna.
A su llegada al club Hípico Argentino, de la mano de la ex tenista Gabriela Sabatini, la antorcha fue recibida por flores de loto, que en el mundo oriental representa "la suerte, la belleza y la perfección", según dijo Ricardo Benadom, un argentino estudioso del budismo e integrante de un grupo que portaba carteles con la frase "Paz-Tíbet".
La antorcha fue vigilada por unos 5.600 agentes de la seguridad argentinos, entre los cuales se encontraban oficiales chinos vestidos con buzos azules, que acompañaron a los portadores de la antorcha en Londres y París, donde caóticas protestas interrumpieron el relevo.
Japón dijo el viernes que no permitirá que agentes de seguridad de China acompañen a la antorcha olímpica cuando realice un recorrido por Nagano el 26 de abril.
Durante la ceremonia de arranque, el primer relevista tomó la antorcha de manos del alcalde de la ciudad Mauricio Macri, la elevó sobre la cabeza y empezó a correr, a la par de agentes de seguridad que no le perdían pisada.
La llama, que salió 15 minutos después de lo previsto y tras un espectáculo de tango, fue pasando de mano en mano desde que la tomó por primera vez Carlos Espínola, ganador en la vela olímpica de dos medallas de plata y una de bronce.
La antorcha recorrió lugares emblemáticos de la ciudad, como el Obelisco, un tradicional sitio de demostraciones y manifestaciones, y la Casa de Gobierno.
Buenos Aires es la única ciudad de América Latina en recibir la antorcha, cuya próxima escala será Tanzania.
La gira se inició el 24 de marzo en Olimpia, Grecia, y desde el comienzo de la odisea de 140.000 kilómetros tendría que llegar a China el 4 de mayo, tras un recorrido de 21 paradas en seis continentes.

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